Ya hemos hablado acerca de la importancia de hacer una correcta planificación financiera para poder tener un control sobre nuestras finanzas y poder, en última instancia, tener una capacidad de ahorro que nos permita afrontar de forma más holgada y positiva el futuro tanto a corto, como a largo plazo. Y digo esto porque hay numerosos estudios y artículos que indican que no tener una buena economía familiar o personal es uno de los principales generadores de ansiedad. Por lo que contar con los conceptos básicos de educación financiera, tomar conciencia de la importancia de controlar nuestras finanzas y tenerlas «saneadas», no sólo nos va a permitir estar mejor económicamente, sino que también va a repercutir positivamente en nuestra salud mental.
En esta nueva entrada, vamos a centrarnos en el control de los gastos. Ya hemos hablado en entradas anteriores acerca de la importancia de contar con un presupuesto (La importancia del presupuesto) y la importancia de ahorrar (¿Qué podemos hacer para ahorrar?). Hoy nos centramos en qué podemos hacer para gastar menos y controlar nuestros gastos.
Planificación financiera
Primer paso: presupuesto
Para poder controlar nuestros gastos y aumentar nuestra capacidad de ahorro, lo primero es contar con una base y con una mínima planificación financiera. Sin un presupuesto anual, mensual e incluso semanal, que nos permita conocer de forma clara y precisa cuánto vamos a ingresar y cuánto nos vamos a gastar, no podemos tener un control de nuestras finanzas (y de nuestros gastos). Por eso, el primer paso es hacer nuestro presupuesto (puedes mirar aquí como hacerlo).
Segundo paso: seguimiento
Una vez que contamos con un presupuesto (ya sea anual, mensual o semanal), el siguiente paso es hacer un seguimiento periódico que nos permita controlar si cumplimos con el presupuesto marcado (y si no cumplimos, deberemos plantearnos que medidas podemos tomar para corregirlo). Para esto es muy importante la disciplina y la constancia, de nada sirve mirar nuestro presupuesto una vez al año o una vez cada cinco meses. Deberíamos mirar el presupuesto al menos una vez al mes (y mejor si es casa quince días).
Para poder tener control del presupuesto y que este refleje de forma fiel la situación actual de mis finanzas, es importante que registremos todos nuestros ingresos (esto suele ser más fácil) y también todos nuestros gastos (esto puede ser más complicado porque generalmente los gastos vienen de muchos sitios diferentes). El control de ingresos y gastos se puede hacer en una libreta, en una hoja excel (mi preferida) o en app como Fintonic, Wally, Mint o Monefy que te ayudan con ello.
Control de gastos
Una vez hecho lo anterior y con nuestros ingresos y gastos conocidos y bien cuantificados, podremos empezar a tomar el control de nuestros gastos y acutar sobre ellos de forma efectiva. Para tener éxtio en este misión, es fundamental contrar con un objetivo (o varios) que nosmotiven y nos obliguen a actuar y a limitar nuestros gastos.

Los motivos pueden ser muy diversos (algunos ejemplos):
- Eliminar nuestras deudas lo antes posible
- Ahorrar para mis próximas vacaciones
- Ahorrar para la entrada de una casa o para unos estudios
- Conseguir mi independencia financiera lo antes posible
Una vez que tengamos nuestros objetivos claros, será mucho más fácil poder pasara la acción y empezar a ver de donde podemos reducir o al menos intentar controlar y contener nuestros gastos. Algunas ideas.
- Reducir los «desayunos»: Uno de los principales errores al momento de administrar nuestras finanzas personales es caer en los «desayunos». Los desayunos son esos gastos que realizamos y que no nos aportan absolutamente nada (o muy poco): cuotas de gimnasio que pagamos y no vamos, cursos online que no realizamos, suscripciones que no atendemos, etc
- Fijar metas a corto plazo: Una forma efectiva de reducir nuestros gastos, es tener una motivación por lo qué hacerlo. Fijarnos una meta a corto plazo (realista y alcanzable) nos aportará esa «gasolina» necesaria para poder hacerlo.
- Ahorrar parte de nuestra ingresos: Uno de los motivos más frecuentes que explican el endeudamiento y mala administración financiera es la falta de capacidad de ahorro de las personas. Un método muy utilizado que defienden los principales especialistas en finanzas personales es el ahorro de, al menos, un 10% de todos los ingresos que se reciben. Aunque parezca poco, ese 10% mensual nos permitirá de manera fácil y rápida crear un fondo de emergencia.