Conocer bien nuestros ingresos y nuestros gastos es fundamental para poder ahorrar. Por eso el primer paso es hacer una análisis de nuestros ingresos y gastos diarios, mensuales y anuales.

Puede parecer difícil o incluso misión imposible cuando se empieza, pero con paciencia y disciplina es posible ahorrar, independientemente de los ingresos que uno tenga, y esto sirve tanto para jóvenes, como para adultos.
En esta nueva entrada busco poder dar algunas ideas o consejos para conseguir desarrollar un plan de ahorro efectivo que nos permita conseguir nuestros objetivos a medio y largo plazo. Y lo más importante, si se consigue desarrollar un verdadero hábito ahorrador, esto servirá para toda nuestra vida y para poder alcanzar cada vez metas más altas.
Si comenzamos a ahorrar siendo adolescentes, seguramente nuestras primeras metas serán poder ahorrar para comprarnos un videojuego, comprar unas entradas para un concierto, un móvil… pero conforme vayamos creciendo nuestras metas serán mayores y requieren de mayor capacidad de ahorro (nuestras próximas vacaciones, un coche, una casa, la educación de nuestros hijos…).
Conocer bien nuestros ingresos y nuestros gastos
Lo primero que hay que hacer es saber qué capacidad de ahorro podemos tener. Por poco que sea, siempre hay espacio para ahorrar una pequeña parte de la paga, o bien de los ingresos que se obtengas por trabajos esporádicos que realices. Y ya en una fase más adulta, de los ingresos mensuales que recibimos por nuestro trabajo, o bien de rentas (ingresos) periódicas o puntuales que provengan de otras inversiones.
Una vez sabemos más o menos cuánto dinero podemos ingresar o disponer, hay que hacer el ejercicio opuesto, es decir, saber cuánto dinero gastamos mensualmente en gastos fijos y OBLIGATORIOS. Es importante recalcar lo de OBLIGATORIOS. Todos tenemos gastos, pero es importante saber cuáles son obligatorios (pago de la luz, el agua, alquiler, gasolina…) y cuáles no (por ejemplo, el ocio es necesario y fundamental, pero no son gastos obligatorios). Seguramente cuando se es adolescente no hay gastos obligatorios, sin embargo cuando empiezas a llegar a una edad adulta los gastos fijos y «obligatorios» empiezan a aparecer y a crecer. Primero puede ser el pago mensual de la tarifa del móvil, después se le puede unir el gasto en gasolina/electricidad para una primera moto o coche, luego el alquiler de un piso cuando ya nos independizamos y así vas sumando. Conforme más mayor eres, generalmente los gastos fijos y «obligatorios» se empiezan a sumar. Por eso es tan importante conocerlos y tenerlos controlados, ya que de otro modo pueden llegar a sobrepasarnos y desde luego mermarán nuestra capacidad de ahorro.
Algunos consejos para empezar a ahorrar
A continuación presento algunas ideas o consejos para empezar a ahorrar. Es fundamental crear un hábito para que ahorrar no sea algo que nos cueste, sino algo rutinario y natural
- Apartar y ahorrar parte de nuestros ingresos: Ponernos un objetivo de ahorro y cúmplelo (por pequeño que sea). Es importante ser disciplinado y constante en esto. Tenemos que apartar una cantidad y deposítala en un lugar donde no lo vayamos a tocar, o mejor aún invertirlo (asesorándose bien), para que a su vez nuestros ahorros generes rentabilidad (más adelante hablaremos de la magia del interés compuesto y su efecto multiplicador a largo plazo).
- No gastar solo en las cosas a corto plazo, reservar también algo para el futuro: Es fácil en caer en la tentación de gastarnos el dinero en cuanto nos llega, pero deberíamos pensar más allá y ahorrar para el futuro. Como decía más arriba, gastar en ocio o en cosas que nos gustan es necesario para disfrutar, pero todo en su justa medida. Antes de gastarnos el dinero, hay que pensar en qué nos gustaría y en que deberíamos gastarlo o ahorrarlo y guardar al menos un poco (cuanto más podamos o seamos capaces mejor) para lo segundo.
- Apuntar y tener controlados nuestros gastos: Se puede hacer a través de apps (hay muchas, por ejemplo Fintonic o MoneyPro), con una hoja excel (en nuestro ordenador, tablet o móvil) o con el método tradicional (tener apuntados los gastos en una libreta). Es muy útil apuntar lo que se ha gastado para controlar bien el dinero. Esto nos permitirá llegar a fin de mes más tranquilos, pero también darnos cuenta en qué gastamos el dinero y seguramente poder recortar en algún gasto recurrente que te nos cuenta que no es tan importante o necesario. Además, conocer bien nuestros gastos, será la forma de saber qué capacidad de ahorro podemos llegar a tener con los ingresos que tenemos.
- Evitar endeudarse o comprar a plazos: Hay que intentar no tener excesivas suscripciones mensuales (el móvil, el gimnasio, Spotify, Netflix, HBO, un seguro que no sabes ni para qué contrataste…), ya que estos son gastos periódicos que merman nuestros ahorros, y que muchas veces no necesitamos. Y evita también comprar a plazos, hay cosas como comprar un coche o una casa que seguramente precisen de un crédito, pero otras como un videojuego, un móvil… se pueden comprar ahorrando la cantidad necesaria previamente.
Espero que esta nueva entrada sirva para ir tomando una conciencia de la necesidad de ahorrar. De todos modos, si te has quedado con ganas, aquí tienes un para de páginas muy interesantes donde profundizan en todo lo mencionado en este post. Qué dicen los expertos (business insider) y Cómo ahorrar dinero (lahormiguitacapitalista).